lunes, 25 de julio de 2011

Tristezas de Portugal

No conozco Portugal, pero sí algo de su música, en particular el fado, la más conocida internacionalmente. Y con este pequeño conocimiento (bueno, en realidad más algún otro proveniente de la literatura y el cine), mi imaginación asocia ese país con una cuasi permanente melancolía. Es que el fado es muuuuuuuuuy melancólico y triste, tanto en la música como en sus letras. Y el origen del nombre aparentemente viene del latín fatum (destino), una etimología perfecta  para esos sonidos.
Lo que les voy a postear hoy no es fado (pese a que hay influencias notorias). Pero viene de Portugal , y si bien es menos dramático y fatalista, comparte una característica esencial del fado, ya que generalmente apela más a la nostalgia que a la alegría. Se trata del disco "Ainda" (1996), del grupo Madredeus, originalmente la banda de sonido de la película (que no he visto) Lisbon Story de Wim Wenders, pero cuya escucha es perfectamente independiente de ese film, y sin dudas encaja acabadamente en ese imaginario personal que mencionaba más arriba acerca de Portugal.
Madredeus fue fundado en 1985 por Pedro Ayres Magalhaes (guitarra) y Rodrigo Leao (teclados), a quienes pronto se unirían Gabriel Gomes (acordeón) y Franciso Ribeiro (violoncelo) y un poco después la cantante, de hermosísima voz, Teresa Salgueiro (en Ainda aparece también Jose Peixoto en guitarra). A fines de los '80 editan su primer disco, "Os Dias do Madredeus", y ya en los '90 comienzan a hacerse un nombre en la escena musical europea, especialmente a partir de la publicación de su segundo disco (muy recomendable), "Existir". Y es así que Wenders, quien ya conocía su música, los convoca para la banda de sonido, y de hecho para actuar también, en Lisbon Story, generando este precioso disco.
Lo que suena mezcla la tradición del folklore portugués y en general europeo, con algunas búsquedas innovativas que en los primeros discos (tal vez hasta "O Paraiso") son realmente atrayentes, y luego, progresivamente, comienzan, me temo, a transitar el azaroso rumbo de los tomates y acercarse a la new age,  en particular a partir del alejamiento de Leao, Ribeiro y Gomes (producido luego de la edición de Ainda), y la mayor presencia de instrumentos electrónicos en la música del grupo. Pero tranquilos, esto que les posteo no es new age, sino buena música, calma, reflexiva y bella. Son apenas diez canciones (las músicas son todas originales y las letras también, salvo en el caso de la primera canción, "Guitarra", que es de la tradición popular). "Guitarra" es tal vez la canción más enjundiosa del disco, un inicio que engaña un poco, ya que lo que sigue baja algunos cambios y nos lleva por los senderos de la nostalgia, la tristeza y/o lo bucólico. "Milagre" ya nos ubica totalmente en esa atmósfera, una canción de amor ausente de delicada textura, y donde la Salgueiro muestra el poder hipnótico de su voz. Con "Ceu du Mouraira" sigue la calma, pero con un espíritu un poco más optimista, y celebratorio de Lisboa. El instrumental "Miradouro de Santa Catarina" tiene una bonita melodía pero definitivamente prefiero los temas cantados en el caso de este grupo. "A Cidades e os Campos", donde sólo la guitarra acompaña a Salgueiro, es una canción preciosa pero un tanto angustiante,    
"Agora estou triste e sozinha
Nesta cidade escura e fria
Onde a vida é uma agonia"
En fin, no es el carnaval carioca por cierto ...
Sigue "O Tejo" (el río Tajo, que atraviesa Lisboa), una muy buena canción de aire sombrío. Luego, otro instrumental, "Viagens Interditas", más interesante que el anterior a mi juicio. La enjundia vuelve un poco con "Alfama", una especie de tanguito portugués, muy linda canción. El tema que da título al disco, "Ainda", es etéreo y soñador, y el cierre llega con "Maio Maduro Maio", a mi juicio una de las mejores canciones del disco, un cierre animado para un vinilo brumoso, sólo apto para escucha solitaria o en pareja.
Como ven, no hay sólo jazz y rock en el mundo del Coronel Kurtz. Acá va una muestra de muy buena música que cruza la tradición y lo moderno de manera excelente, un placer para el oído, aunque tal vez cierta pena para el alma. La belleza es efímera, así que disfrutemosla antes de que se marchite.

Ainda (Madredeus)

1. Guitarra
2. Milagre
3. Ceu do Mouraria
4. Miradouro de Santa Catarina
5. A Cidade e Os Campos
6. O Tejo
7. Viagens Interditas
8. Alfama
9. Ainda
10. Maio Maduro Maio

http://www.mediafire.com/?19w0c14a5kkzfxv



  




lunes, 18 de julio de 2011

Grandes momentos de ocio

Grant Green pertenece al pequeño círculo de los grandes guitarristas de jazz (junto con Jim Hall, Django Reinhardt, Charlie Christian, Wes Montgomery, Pat Metheny, Kenny Burrell, Joe Pass y John Mc Laughlin, entre otros). Su trayectoria fue corta (murió joven, con apenas 44 años) pero intensa,  grabando varios discos solistas, y acompañando a grandes músicos de la época como Herbie Hancock, Mary Lou Williams, Jimmy Smith, Donald Byrd, Lee Morgan, Art Blakey o Hank Mobley. Uno de sus discos más valorados, y tal vez mi preferido entre los discos de jazz liderados por guitarristas, es Idle Moments, grabado en 1963, el cual estoy posteando hoy aquí. Los acompañantes de Green incluyen a dos músicos de excepción, Bobby Hutcherson en vibráfono (cuyo sonido le da un sabor especial, cool y moderno, al disco) y Joe Henderson en saxo. Asimismo tocan Al Harewood en batería, Bob Cranshaw en bajo y Duke Pearson en piano. El disco abre con la pieza del mismo nombre, "Idle Moments", un tema inspiradísimo de Pearson, que hace total justicia al nombre, te invita a tirarte en el pasto frente a algún río sin hacer nada, absolutamente nada, salvo escuchar algún blues como éste (bueno, si hay alguien que te gusta cerca le podes agarrar la mano y darle unos besos también). La historia  de la grabación es divertida, tal como la cuenta el propio Pearson. La melodía tenía 16 compases pero por una confusión los músicos la tocaron dos veces. Entonces Green hizo su solo y en lugar de tocar 16 compases, tocó el doble. Así que los tres solos siguientes tuvieron que repetir el mismo patrón, tocando 32 compases, primero Pearson, luego Henderson (si el disco consistiera sólo en escuchar su solo ya estaría justificado, te derrite) y finalmente Hutcherson. El pianista, que lideraba la sesión, se dio cuenta de que el tema había durado mucho más de lo previsto, aunque pensó que sólo habían tocado 8 o 9 minutos; pero en realidad habían estado tocando más de 15 minutos! Alfred Lion, el mítico productor de Blue Note, pidió que hagan una toma más corta, pero ninguna tuvo el feeling de la primera, así que (por suerte!) decidieron incluirla en toda su extensión. Yo no me canso de escuchar esta pieza, espero que a ustedes les pase lo mismo. A continuación viene un tema lleno de swing, "Jean de Fleur, del propio Green. Luego sigue "Django", un clásico del pianista John Lewis (del Modern Jazz Quartet), otro temazo, y la versión que hacen estos muchachos es tremenda, pareciera que la podrían tocar horas y horas, sin aburrir, estaban en llamas ese día! Green toca con una gracia increíble, sin artificios, y transmitiendo un sentimiento blusero a la canción. Los otros solos son igualmente inspirados y la base rítmica un reloj, en fin, una grabación notable. El cierre es con "Nomad", otro tema de Pearson, un fast tempo que da lugar al lucimiento de todos los músicos, especialmente de Henderson y Hutcherson. La edición en CD tiene dos tomas alternativas, una de "Jean de Fleur" y otra de "Django", más largas que las incluidas en el vinilo original; vale la pena escucharlas para ver que grado de compenetración había en el estudio, como hubiéramos dicho en los '70 los tipos se habían copado realmente, y estaban dispuestos a tocar sin escatimar ni tiempo ni energía ni creatividad.
En fin, les recomiendo vivamente este disco, bajenlo, escuchenlo, disfrutenlo, es uno de los momentos mágicos del jazz, cuando todo se combina para que salga una obra perdurable como ésta. Y cuando comience a sonar "Idle Moments" van a ver que todo el stress y la tensión del mundo moderno se diluyen en un segundo, prueba de que los milagros existen, especialmente cuando la música empieza a sonar.

Idle Moments (Grant Green)

1. Idle Moments
2. Jean de Fleur
3. Django
4. Nomad

5. Jean de Fleur (alternate take)
6. Django (alternate take)


domingo, 10 de julio de 2011

Bailando a la luz de la luna

Pese a ser un músico extremadamente admirado tanto por la crítica como por sus colegas, tengo la impresión de que Van Morrison no es todo lo conocido (o reconocido) que debiera ser en algunos países. Si bien no es mi estilo en estos posts el de hacer recuentos de premios, digamos que cualquier visita a la web nos va a mostrar que eso no es lo que le falta a este muchacho. Y tampoco presencia en los charts de hits, ni público que quiera ver sus conciertos. Pero bueno, insisto, tal vez me equivoque, tengo para mí que hay gente que aún no se ha dado cuenta del tremendo valor de la música de Morrison, y de sus  excepcionales cualidades, como compositor y cantante fundamentalmente (también toca varios instrumentos, incluyendo guitarra, teclados y armónica).
Su música es un cruce de varias tradiciones, primariamente el rhythm and blues y el soul, pero también, como buen irlandés, la música celta, y su descendiente americana, el country, así como el jazz y el folk. La mayor parte de estas influencias están presentes en el vinilo que les voy a postear, el cual se llama "Moondance" y fue el tercero solista de Morrison (luego de abandonar el grupo Them, con quienes grabó, entre otras cosas, el hit "Gloria").
El disco comienza con la hermosa "And it Stoned Me", una canción de aire campestre y nostálgico. El segundo tema, "Moondance" es uno de mis  preferidos no sólo de Van Morrison sino en general de la historia del rock. No me canso de escuchar esta canción, con su aire jazzy (gracias fundamentalmente al walking del bajo, el rasgueo de la guitarra y el uso de los vientos), su letra romántica "Well, it's a marvelous night for a moondance, with the stars up above in your eyes" y la performance tremenda de Morrison en la voz. "Crazy Love" es una balada, intimista, con unos sugerentes coritos femeninos. En "Caravan" Morrison muestra su poderosa voz, es una canción folk-soul sobre memorias, en este caso sobre viajes y la radio. "Into the Mystic" es otro punto alto del disco, un precioso tema folk, con una letra justamente "mística": "We were born before the wind, also younger than the sun", "Come Running" nos muestra una faceta que VM cultivó mucho, y muy bien (como en este caso), que es el rhythm and blues, un tema ligero y pum para arriba. "These Dreams of You" tiene un aire entre country y soul, un tema muy agradable de escuchar, aunque tal vez el menos interesante del disco. "Brand New Day" es una balada también contagiada por el soul, un tema perfecto para poner clima romántico en cualquier encuentro. El cierre es con dos canciones que te dejan contento, "Everyone", el tema más pop del disco, y "Glad Tidings", una canción con un ritmo tremendo que te pone a mover los pies mientras tarareas el "la la la la" del estribillo.
A ver si bajan entonces este disco, no tiene contra, gran música, gran cantante, romance, recuerdos, espiritualidad y optimismo, no hay más para pedir. Y si les gusta, y no conocían a Morrison, pueden seguir, por ejemplo con el disco anterior, otra gema, "Astral Weeks", con "Into the Music", con "Too Long in Exile", con el tremendo doble en vivo en San Francisco o si les gusta la movida celta, con el disco que grabó con los Chieftains (y hay muchos más, el tipo tiene más de 40 años de carrera). Y para la próxima primavera (u otoño, dependiendo donde estén), recuerden que cualquier noche puede ser "A Marvellous Night for a Moondance".


Moondance (Van Morrison)

1. And it Stoned Me
2. Moondance
3. Crazy Love
4. Caravan
5. Into the Mystic
6. Come Running
7. These Dreams of You
8. Brand New Day
9. Everyone
10. Glad Tidings