sábado, 22 de febrero de 2014

Dos potencias se saludan


Quizás a alguna gente le parezca algo inusual que se junten dos músicos como David Byrne y Caetano Veloso, pero en realidad de raro no tiene nada para quienes conocen sus trayectorias. Byrne es un amante y difusor de la (perdón por el término!!!) "world music" y se sabe que le encanta la música brasileña. Caetano siempre ha versionado canciones en inglés (incluso una de los Talking Heads, "(Nothing but) Flowers", que tocan acá juntos) y en muchos momentos de su carrera artística se ha acercado al rock. Además, se conocen y son amigos desde los '80 e incluso han compuesto una canción a dúo (bilingüe), que también tocan en este concierto, y que, sorpresivamente cuando se trata de estas colaboraciones puntuales (en este caso fue para un evento caritativo), es bastante linda.
Ya que estamos con Byrne, déjenme hacer una digresión, los veo un poco olvidados a los Talking Heads, pese a que a mi juicio fueron la mejor banda de rock de su época, introdujeron un sonido novedoso y sin dudas tuvieron una gran influencia sobre muchos otros músicos. Pero ahora me parece que han quedado algo relegados en la memoria, quizás les faltó una muerte temprana, o algunos escándalos, en fin, ya sé que no fueron nunca una banda masiva, pero a veces me temo que hoy no tienen todo el reconocimiento que merecen. En fin, que hay que escucharlos más seguido, siguen sonando muy bien!!!!!!
Volviendo a lo que nos ocupa, la ocasión que dio lugar a este muy buen disco fue la invitación a Caetano Veloso por parte del Carnegie Hall para que sea el "curador" de un conjunto de recitales dentro de una serie llamada "Perspectives" en el 2004 (quien sabe por qué, el disco recién se publicó en 2012). Según Caetano, Byrne fue el primer invitado anglosajón en el que pensó (leyendo las notas del CD hay una evidente admiración mutua entre ellos) y así surgió este concierto "unplugged".
El set inicial de canciones es de Caetano y comienza con "Desde que o samba e samba", un tema precioso (y que muestra que la tristeza también es brasilera):
"A tristeza é senhora
Desde que o samba é samba é assim
A lágrima clara sobre a pele escura
A noite, a chuva que cai lá fora
Solidão apavora
Tudo demorando em ser tão ruim"

Luego siguen varios "grandes éxitos", "Voce e Linda", "Sampa", "O Leaozinho", "Coracao Vagabundo" (mi preferido entre los temas de Caetano) y "Manhata", que es un muy apropiado puente con la entrada de Byrne. Para quienes conocen estos temas no hay mucho que agregar, están entre lo mejor de su repertorio y acá los presenta casi todos solito con su guitarra, salvo los dos últimos, donde aparecen el infaltable Jaques Morelenbaum con su cello y el percusionista Mauro Refosco, quien además ya había tocado con Byrne previamente. Digamos que todo el disco está atravesado por un espíritu minimalista en cuanto a arreglos, y que claramente la intención fue crear un clima íntimo en donde sobresalgan las canciones.
Tras el final de "Manhata", Caetano comienza a cantar "The Revolution", que Byrne grabó en un disco solista. En el medio se une Byrne para terminar juntos esta muy bonita canción.
"Amplifiers & old guitars
Country music sung in bars
& when she sings the revolution's near"

Luego queda David solo y encara primero otro lindo tema llamado "Everyone's in Love with You", sobre una novia demasiado "carismática":
"I
'm jealous & a little proud
I want to kill & kiss you too
You belong to everyone who meets you
Everyone's in love with you"

La cosa se pone un poco más movida cuando Byrne arranca con "And She Was" junto con Refosco, temazo de los Talking Heads. Después de una momentánea vuelta a las melodías tranquilas con "She Only Sleeps", el disco vuelve a tomar ritmo con la seguidilla de "Life During Wartime" (uno de los mejores temas de los TH, esta versión acústica sin embargo no es la mejor, escuchen la que posteé en 
http://vinilorabioso.blogspot.com.ar/2010/09/cine-y-musica.html), "God's Child" (compuesta por Byrne con la fallecida cantante tex-mex Selena, y uno de los puntos altos del disco) y "Road to Nowhere", lo mejor del concierto, una versión tremenda, la voz de Byrne te pone la piel de gallina, un golazo. 
El cierre es con los dos juntos en cinco temas, "Dreamworld: Marco de Canaveses" (la canción que compusieron  a dúo), "Ilê Aiyê" (tema naive  compuesto por Caetano y su hijo Moreno, con Byrne cantando un poquito en portugués), "(Nothing but) Flowers" (una perspectiva balanceada e irónica sobre las ventajas y desventajas de que desaparezca Pizza Hut y el cemento urbano y queden solo flores por todos lados), "Terra" (hermoso tema de Caetano) y "Heaven" (otra de mis preferidas de los TH, "Heaven, heaven is a place where nothing, nothing ever happens" ....).
Byrne dice que estaba muy nervioso y que se mandó un par de pifiazos pero no hagan caso, pasan desapercibidos, escuchen la belleza relajada de un seleccionado de terribles canciones ejecutadas por sus propios dueños, que bueno hubiera sido estar ahí!!!

Caetano Veloso and David Byrne Live at the Carnegie Hall
  1. "Desde Que o Samba é Samba" 
  2. "Você é Linda" 
  3. "Sampa" 
  4. "O Leãozinho" 
  5. "Coração Vagabundo" 
  6. "Manhatã" 
  7. "The Revolution" 
  8. "Everyone's in Love with You" (Byrne) 
  9. "And She Was" (Byrne) 
  10. "She Only Sleeps" (Byrne) 
  11. "Life During Wartime" 
  12. "God's Child" (Byrne) 
  13. "Road to Nowhere" 
  14. "Dreamworld: Marco de Canaveses" 
  15. "Ilê Aiyê" 
  16. "(Nothing But) Flowers" 
  17. "Terra" 
  18. "Heaven"
http://www.mediafire.com/download/t28a4uifha85vht/DBCV.rar

lunes, 17 de febrero de 2014

Fellini, Rota y la mafia del jazz

Como le pasaba al Flaco, la memoria me resulta complicada y no sé muy bien cuando fue que pasó esto que voy a contar, pero mis recuerdos más o menos inventados sitúan el hecho en algún momento de la primera mitad de los '70. Yo debía estar terminando mi no tan tierna infancia, era de noche, creo que estaba solo en mi casa, viendo la tele, el viejo canal Once para ser exactos, y de la pantalla blanco y negro comienzan a surgir unas imágenes distintas a todo lo que había visto hasta ese momento. Unos muchachos, entre el aburrimiento, los sueños y la desesperación, paseaban por una ciudad costera italiana, sin saber muy bien qué hacer con sus vidas. Yo había escuchado ya en las propagandas el título de esa película, se llamaba "Los inútiles" (I Vitelloni), de un tal Federico Fellini (el gran maestro de los recuerdos inventados!). Quien sabe cómo (quizás porque el anuncio previo lo afirmaba enfáticamente), pero la cosa es que yo me había enterado de que era alguien importante, un gran director de cine. Mentiría si dijera qué impresión me causó la película en general (la he visto luego varias veces más y forma parte de mi top 4 felliniano, con Amarcord, La Dolce Vita y Ocho y Medio), probablemente fue mi primer encuentro con la belleza de la melancolía, pero sí sé que la vi entera, y me quedaron un par de recuerdos imborrables. El primero, la escena en donde los "vitelloni" van en auto por la carretera y Alberto Sordi les hacía un corte de manga a los trabajadores que estaban a un costado con sus herramientas gritándoles "Lavoratori!", hasta que un mal día el auto se para y tienen que salir corriendo para evitar que los maten a trompadas.
http://www.youtube.com/watch?v=UKQdzDQqJ_U
El segundo, el final de la película, cuando el único de los protagonistas que finalmente se anima a salir de la ciudad natal se despide de un pequeño amigo, un futuro "vitelloni" seguramente, en la estación de tren. Lo que nunca pude olvidar no es solo esa escena, sino también la música que la acompañaba, una melodía que desde ese entonces he tarareado cientos o miles de veces en mi mente.
http://www.youtube.com/watch?v=-8BGFIlVQtg
Hasta donde recuerdo, en ese momento yo no sabía que existían personas que componían música para películas, y mucho menos que el que había escrito esa melodía que podía sonar alegre o triste según el caso era otro genio, llamado Nino Rota. Lo gracioso es que más o menos por esa misma época mi maestra de piano había decidido (o yo le pedí?) que tocara el tema principal de El Padrino (también de Rota aunque yo no estaba al tanto de la coincidencia), que tan de moda estuvo por esos tiempos.
Hay muy buenos compositores de música para películas. Y hay películas -y directores- que están asociados de manera indisoluble a ciertas músicas y a ciertos músicos. La pareja Hitchcock-Hermann es un ejemplo obvio y glorioso. La escena de la ducha en Psicosis, por poner un ejemplo muy conocido, está casada por toda la eternidad con los cuchillazos de la banda de sonido de Hermann que acompañan a los que Anthony Perkins le asesta a la sensual Janet Leigh. Lo mismo vale para el desafortunado encuentro de la rubia nadadora y el malvado escualo en Tiburón (Spielberg-Williams). Pero si hablamos de música para cine, nos sacamos el sombrero, nos ponemos de pie, y sin la más mínima duda proclamamos al dúo Fellini-Rota como el más grande de todos. Y es que no solo es imposible pensar las películas de Fellini sin las melodías de Nino Rota (y cuando Rota falleció y Fellini tuvo que recurrir a otros compositores, como el argentino Luis Bacalov en La Ciudad de las Mujeres, los reemplazantes no tuvieron más remedio que copiar al maestro). Lo notable es que las composiciones de Rota tienen vida propia y uno las puede escuchar, cosa poco frecuente en la música compuesta específicamente para el cine, independientemente y disfrutarlas como lo que son, obras maestras sin fecha de vencimiento.
Es cierto que cuando uno escucha estas músicas tan inspiradas es imposible no pensar que Nino Rota, al menos como autor de música para cine (ya que paralelamente mantuvo una carrera como compositor de música culta), siempre compuso el mismo tema. Y ese tema incluye, en proporciones diversas según el caso, jazz, música de circo, música clásica, vaudeville y canzonetta italiana, improbable cocktail que dio lugar a una música personalísima e inimitable. Lo mismo por supuesto se puede decir de Fellini. Recuerdo haber leído en la mítica revista argentina Humor, hace ya más de treinta años, una crítica de Hugo Paredero justamente a La Ciudad de las Mujeres. Allí el cronista decía que al finalizar la proyección un señor indignado se levantó quejándose a viva voz de que Fellini siempre hacía la misma película. Y Paredero, con mucha razón, coincidía, pero veía esa persistencia como una virtud más que como un problema (lo mismo pienso yo por cierto). De hecho, Rota era un cultor del "autoplagio", esto es, la recuperación de motivos y temas ya introducidos en otras obras para reciclarlos en nuevas composiciones y películas. Esta práctica le valió algún problema, incluyendo el rechazo de la postulación al Oscar por la música de El Padrino, ya que el mismo motivo musical había sido utilizado por Rota en una película producida por Dino de Laurentis, quien ni lerdo ni perezoso, al ver que ahora ese tema era usado en un film de fama mundial, se apresuró a reclamar por sus derechos e impidió a Rota competir (y muy probablemente ganar) el premio.
Y bien, por que estamos hablando de estos héroes de la cultura del Siglo XX? Porque los amigos de Sex Mob (de quienes ya posteé otro disco hace tiempo, http://vinilorabioso.blogspot.com.ar/2010/09/la-mafia-del-sexo.html) decidieron dedicar su último disco (2013) a la música de Nino Rota. Nadie mejor que estos muchachos, con su irreverencia y sentido del humor (han hecho una versión de Macarena por ejemplo!), para hacer este homenaje en clave de jazz avant garde pero que siempre busca la complicidad y la diversión de la audiencia (claro que sin mucho éxito comercial, para que se den una idea en la entrada en inglés que tienen en Wikipedia ni siquiera está informado este disco!).
El disco se llama "Sex Mob: Cinema, Circus & Spaghetti (Sex Mob Plays Fellini: The Music of Nino Rota)", y tiene 12 temas, tres de Amarcord, tres de la Dolce Vita, tres de La Strada, y otros tres respectivamente de Julieta de los Espíritus, Toby Dammit y I Vitelloni. 
Dice Steve Berstein, trompetista y líder de Sex Mob, en las notas al disco, que él pensaba que, dado el actual estado de la industria discográfica, su grupo jamás grabaría un disco de nuevo (el último había sido en 2006). Y esto me hace pensar que es apropiado considerar a este disco como parte integrante de los funerales del siglo XX y de la Era Moderna en general. Estoy terminado de leer Dublinesca de Enrique Vila Matas, en donde el protagonista se propone hacer en Dublin un funeral de la era Gutenberg a través de un homenaje al Ulises de Joyce; el disco de los Sex Mob podría ser visto como un homenaje-funeral al cine, otra galaxia moribunda, al menos tal como la conocimos en el siglo XX, al disco, especie en franca e inevitable extinción, y por qué no también a la misma idea de autor y a una cierta visión romántica de la vida, pero esto es algo para discutir otro día ...
Pero no se asusten que los muertos de este entierro no están entre nosotros hace tiempo y ya no los lloramos, acá los queremos recordar en toda su vitalidad y su magia y el disco que posteo lo hace magníficamente. En general digamos que todas las versiones intentan en mayor o menor medida "deconstruir" las melodías originales, aunque sin que nunca dejen de ser reconocibles, y que la impecable base de Tony Scherr (bajo) y Kenny Wollesen (batería) van pasando de la calma al frenesí en función de los arreglos programados por Bernstein, quien se trenza en permanentes y muchas veces humorísticos diálogos con el saxo de Brigan Krauss.
La apertura es con "Amarcord", una de las músicas más emblemáticas de Rota, acá versionada en plan un tanto funerario justamente, que rápidamente muta al nervio tenso de "Teatrino delle Suore", donde la base punzante genera la posibilidad de una larga y extendida improvisación a dúo de Bernstein y Krauss. "La Strada" abre con unas líneas machaconas del bajo, sobre las cuales una trompeta blusera comienza a cantar con todo el tiempo del mundo la famosa melodía, "tu che amar non sai, tu che amar non poi ...". "Volpina" (nombre de la bizarra y desaforada ninfómana de Amarcord, http://www.youtube.com/watch?v=fCl4BkRnHAI) empieza con el bajo dibujando la melodía en voz baja,  pero rápidamente aparecen los caños en plan estamos tocando borrachos y se larga un groove hipnótico sobre el cual el tema va ganando intensidad hasta terminar con un aire festivo propio de algún encuentro con la nombrada Volpina. "Paparazzo" (el fotógrafo de la Dolce Vita cuyo nombre se convirtió en sinónimo de perseguidores de celebrities) comienza con un pequeño aquelarre colectivo que luego da paso al tema original, innegablemente jazzero y urbano, una música hecha de bocinazos romanos acá tocada con un swing tremendo. El tema misterioso del album (misterioso como la misma película, creo que la idea básica era esa, que no se entendiera mucho) es "Toby Dammit" (el episodio dirigido por Fellini del film colectivo "Tre Passi nel Delirio", basado muy libremente en historias de Poe). Sobre una base de tambores tribales emerge una y otra vez un motivo obsesivo y oriental, el tema seguramente es escucha mejor si el oyente está bajo la influencia de algún narcótico o bebida alcohólica apropiada. Con el tema principal de "La Dolce Vita" vuelve el aire urbano y el sonido puramente jazzero, pero ahora mezclado con algo de música de película de romanos, y con el aire descontracturado con el cual los Sex Mob encaran el tema. Zampano empieza exactamente igual que La Strada (es la misma película, no sean exigentes), pero acá no estamos en el romanticismo sino en la aspereza, obvio, si la vieron sabrán que Zampano no estaba para sutilezas, escuchen todos los ruiditos que mete Bernstein para divertirse. "Nadia Gray" (La Dolce Vita, esa escena del striptease con la música de Patricia, el cha cha cha de Perez Prado Patricia, es mortal (http://www.youtube.com/watch?v=Y9hJZCli8mc) es el track descontrolado del CD, los dos caños se sacan chispas sobre una base ardientemente rockera, tema breve que te deja respirando agitado de solo escucharlo. Bueno, el comienzo de "Grand Hotel" (Amarcord) también es descontrolado,  la melodía es de inspiración española en este caso, y los SM la tocan como para que los bailarines se rompan las piernas tratando de seguir el ritmo, pero luego todo cambia y el tema ingresa en una fase meditativa y oscura, lo mismo que la película, que alterna humor y melancolía cuasi depresiva en partes similares. Luego viene una brevísima versión de "Gelsomina" a puro bajo, que repite en gran medida los motivos de "La Strada", y el gran cierre gran es con "I Vitelloni", que se inicia juguetonamente con aire blusero y luego se mete también juguetonamente (pero en este caso sin intención de "deconstruirla") con la inolvidable melodía de Rota, una joyita tranquila y corta para cerrar este muy buen disco. 
De yapa, dos regalos. El primero, las mismas músicas en la versión original, del disco"Tutto Fellini". El segundo, Caetano Veloso (del disco en vivo "Omaggio a Federico e Giulietta") cantando la preciosa "Gelsomina". Y con toda la melancolía a cuestas cerramos esta bonita (esperamos) página y los dejamos en compañía de la música del maestro Rota esperando que les den ganas además de volver a ver (o ver por primera vez!) las películas del otro maestro, el gran Federico, olvidense un poquito de las del Oscar y vuelvan por un rato al mundo olvidado del cine de autor ....


Sex Mob: Cinema, Circus & Spaghetti (Sex Mob Plays Fellini: The Music Of Nino Rota)

1. Amacord;
2. Il Teatrino Delle Suore;
3. La Strada;
4. Volpina;
5. Paparazzo;
6. Toby Dammit's Last Act;
7. La Dolce Vita;
8. Zampano;
9. Nadia Gray;
10. The Grand Hotel;
11. Gelsomina;
12. I Vitelloni.

http://www.mediafire.com/download/1ez7l8ymv6mxrm7/SMFellini.rar

Bonus tracks 

Tutto Fellini

1. I Vitelloni.
2. La Strada
3. La Dolce Vita
4. Giuletta degli Spiriti
5. Tre Passi Nel Delirio
6. Amarcord

Caetano Veloso, Omaggio a Federico y Guilletta

7. Gelsomina
https://www.mediafire.com/?d205437htf4zhxg