viernes, 26 de febrero de 2016

Extraña pareja

Una de las grandes "almas perdidas" de la historia del jazz es Chet Baker. Trompetista de origen, en algún momento de su carrera agregó la faceta de vocalista, con la cual de hecho se hizo más famoso (además de la dudosa "notoriedad" que dan los escándalos de drogas, las entradas a la cárcel, las peleas -en una le rompieron los dientes y por un buen tiempo no pudo tocar la trompeta-, en fin, una vida tormentosa ...). Cualquiera que haya escuchado cantar a Chet sabe que su voz no era precisamente portentosa y que no tenía una técnica depurada, pero se las arregló muy bien para ganar muchos fans con un estilo frágil con el que lograba transmitir una emoción indefinible, alejándose del estilo del típico cantante de jazz. Ni como cantante ni como trompetista (destacado por cierto) fue un innovador, pero durante su carrera hizo muy buena música. Hacia el final de su carrera tuvo un merecido revival, e incluso se hizo un documental sobre su vida, donde se lo puede ver físicamente muy deteriorado, pese a que ni siquiera llegaba a los 60 años. Por suerte siguió tocando hasta el final, y como verán si escuchan el vinilo que les propongo, con tremendo buen gusto y calidad.
Paul Bley, gran pianista canadiense que falleció en el pasado mes de enero, representa a priori casi el opuesto de Baker musicalmente (y hasta donde sabemos también por el perfil mucho más calmo en su vida personal). Pionero del free jazz en los '60, su nombre estuvo desde entonces asociado a la experimentación. De joven tocó con varios gigantes (Parker, Rollins, Mingus, Blakey, Young) y de hecho a mediados de los '50 fue acompañante de  Baker. Ya a partir de los '60 hizo "sociedades" con algunos desconocidos tales como John Surman, John Abercrombie, John Scofield, Bill Frisell, Gary Peacock, Kenny Wheeler, Paul Motian, Charlie Haden o Dave Holland, además de las que mantuvo personal y musicalmente con sus esposas Annette Peacock y Carla Bley. Como dato de color digamos que en 1974 grabó un disco para un sello independiente con un cuarteto, en donde aparecen por primera vez tocando profesionalmente dos tipos que luego hicieron algún ruido en el mundo del jazz, Jaco Pastorius y Pat Metheny.
En 1985 (Baker fallecería poco después, en 1988) estos dos aparentemente irreconciliables músicos (o no tanto, porque la forma de tocar de Bley siempre mantuvo el toque lírico, aún en un marco avant garde) grabaron en Copenhague el vinilo que les propongo hoy "Diane" (el antecedente más inmediato del dúo había sido en 1983 cuando se reunieron para tocar en el festival de Juan-Les-Pins). Música ideal para el late night listening, intimista a más no poder, tocada de forma maravillosa, no se lo pueden perder. 
El éxito artístico de la fórmula llevó a que los invitaran al Festival de Jazz de Montreal en 1986, pero como se darán cuenta si miran esta breve entrevista la cosa no salió muy bien porque Baker no estaba en condiciones de actuar debido a su problema de adicción, una lástima indudablemente porque ya no volverían a tocar juntos.
El disco abre con "If I Should Lose You", y lo oímos a Chet encarar la melodía de esta preciosa balada con un toque super relajado y ese sonido "flotante" tan propio de él. El solo de Bley muestra que si quería podía sonar tan romántico como el que más, sin resultar obvio ni por un segundo.
Sigue "You Go to my Head", canción versionada más o menos por media humanidad. Abre el piano de Bley tocando con tremendo lirismo, para que enseguida se sume Baker a susurrar la letra del tema (el único cantado del disco); en el medio hay un solo espaciado de Chet, y luego vuelve la voz que suena como si uno la escuchara en un sueño, una versión onírica sin dudas.
"How Deep is the Ocean", otro tema super transitado, arranca con Baker tocando la melodía con buen swing, para seguir con un solo de Bley donde se puede apreciar su notable técnica. Baker a su turno encara su solo dialogando con el piano de Bley, los dos músicos dejando mucho espacio para el lucimiento del otro, muy buena versión de este clásico.
"Pent-up House" es una canción de medio tiempo, compuesta por el gran Sonny Rollins, tocada con el necesario humor por el dúo. Sigue "Everytime We Say Goodbye", del maestro Cole Porter; Bley hace un solo super delicado, el piano suena cristalino, y  Baker muestra lo suyo, tocando la melodía con un sonido gordo y cálido. 
"Diane", canción que da nombre al vinilo, es otra balada tranquila y soñadora, y Baker y Bley la tocan a través de un sutil juego de diálogos, una maravilla para el oído. "Skidadidlin", compuesto por el propio Baker, es un tema de aire blusero y juguetón. 
Cierra otro clásico, "Little Girl Blue", de los prolíficos (y máquinas de generar standards) Lorenz y Hart. La versión dura mas de 10 minutos, y los muchachos se toman todo el tiempo del mundo para encararla; hay que relajarse y seguir los inspirados senderos por los que transitan los músicos, especialmente Bley, que hace un largo y reflexivo solo entre los de Baker.
En suma, nada nuevo bajo el sol, pero todo bueno bajo la luna, se sirven un vaso de whisky y se aprestan a escuchar "Diane", y verán que apenas un piano y una trompeta bastan para llenar una noche de música.

En You Tube lo encuentran acá (y abajo va el link para descargar)
https://www.youtube.com/watch?v=RwgQJxtiOwQ&list=PLNj5dLu5Auq0sfdl-lZVbLW8o4jHa1H6E


Chet Baker y Paul Bley, "Diane"

1. If I Should Lose You
2. You Go To My Head
3. How Deep Is The Ocean
4. Pent-up House
5. Everytime We Say Goodbye
6. Diane
7. Skidadidlin'
8. Little Girl Blue

http://www.mediafire.com/download/d6cqpxmygcp5yhd/Diane.rar


martes, 23 de febrero de 2016

Ositos cariñosos

Los seguidores de este blog quizás se alarmen cuando lean que estoy recomendando un vinilo llamado "I Love You, Honeybear". Tal vez piensen que luego de tanto tiempo escondido en el medio de la selva africana me atacó algún tipo de locura como las que tan bien describieron Conrad y Coppola y que llevaron a la perdición a mis homónimos Kurtz en el pasado. Aunque por supuesto en mi caso la locura sería mucho menos trágica e interesante (¿¿¿¿¿ahora me fanaticé con los hits románticos????). Pero no, tranquilos, por ahora aparento cordura (el médico brujo de la tribu de acá al lado me encuentra de lo más normal). Además, no sean prejuiciosos ni se hagan lo(a)s duro(a)s, que todos estamos o hemos estado enamorados. Para más datos, de hecho parece que el autor de este disco que quiero que escuchen, Josh Tillman (AKA Father John Misty, FJM de ahora en más), no la llama en realidad "honeybear" a su mujer, la fotógrafa Emma Tillman, y el título es más bien una broma, de las tantas que contiene este vinilo.
Pero más allá de estas declaraciones precautorias, hay que decir que todo, o casi todo, de "I Love You, Honeybear", trata, efectivamente, de su relación amorosa (o "íntima", como parece preferir Tillman) con la susodicha Emma. A la vez, si le prestan atención a las letras, van a encontrar que hay, por supuesto, mucho romanticismo, pero también hay mucha exposición bastante cruda de lo que piensa y hace Tillman, aún cuando no siempre (o más bien casi nunca) lo deje bien parado. ¿Un disco "confesional"? No lo sé, porque no lo conozco a FJM como para saber cuanto hay de realidad o de invención en todo lo que nos cuenta; en cualquier caso, además de romance, auto flagelación y nihilismo, van a hallar humor e ironía, una mezcla bastante complicada que dificulta saber realmente para donde va el autor ¿Pero no se aplica lo mismo a cualquiera de nosotros?  (además, no se puede hablar en el siglo XXI del amor así sin más, sin tomar distancia, al menos si uno quiere que le presten atención los intelectuales ...). Si las letras de FJM son un producto de una "máscara" de Tillman, hay que decir que resultan de lo más efectivas. Y un detalle no menor, más bien principal en realidad, es que las melodías son MUY inspiradas; como leí en alguna crítica por ahí, aún si las letras fueran tremendamente aburridas, de todos modos  estaríamos escuchando el disco con mucha atención, porque lo que suena por los parlantes es muy buena música, más aún, es uno de los mejores discos de 2015, y lo tienen que escuchar sí o sí. Síganme, que no los voy a defraudar.
¿Quién es nuestro cantautor? Tillman estuvo sacando algunos discos solistas y tocando como baterista en bandas alternativas desde principios de los 2000. Luego se unió a los Fleet Foxes (ver esta entrada donde posteé su excelente primer album, llamado con gran originalidad "Fleet Foxes"). Ahí tocó la batería y cantó en el segundo disco del grupo, "Helplessness Blue" (el vinilo tuvo muy buena recepción, pero a mí me parece bastante inferior al primero). Abandonó el grupo en 2012 y retomó su carrera solista, pero ahora con un seudónimo (FJM). Sacó un disco ese año ("Fear Fun", interesante ensayo de lo que vendría después), y en 2015 salió "I Love You ...", gran vinilo que ahora mismo les paso a comentar.
En este album, Tillman canta (muy bien, con una voz muy firme) y toca la guitarra, batería y percusión. Está acompañado por Jonathan Wilson (guitarras, teclados, percusión) y Keefus Ciancia (teclados), más varios músicos en secciones de cuerdas y un par de vientos.
El vinilo abre con la canción de igual nombre, una balada cadenciosa, que a poco de empezar nos tira un estallido de cuerdas para entrar de lleno en la onda romántica, aunque la letra es bastante irónica, como pueden ver:
"I've brought my mother's depression
You've got your father's scorn and a wayward aunt's schizophrenia"

Y el sentido del humor ... :
"And the neighbors are complaining
That the misanthropes next door
Are probably conceiving a Damien
Don't they see the darkness rising?"

"Chatteau Lobby #4" cambia bastante el mood, es una canción alegre, diría animosa, con algunas trompetas semi-mariachis por ahí; las letras, como ven, nos cuentan mucho sobre Josh y Emma:
"First time, you let me stay the night despite your own rules
You took off early to go cheat your way through film school
You left a note in your perfect script: "Stay as long as you want"
I haven’t left your bed since"

En "True Affection" irrumpe la electrónica, es quizás la canción menos interesante del disco para mí (quizás los amantes de Tame Impala o Animal Collective la aprecien más), pero la vara del resto es alta! Luego viene una de mis preferidas "The Night Josh Tillman Came to Our Apt", preciosa balada, con un cierto aire navideño, y una letra hilarante ...
"I found her naked with the best friend in the tub
We sang "Silent Night" in three parts which was fun
Til she said that she sounds just like Sarah Vaughan
I hate that soulful affectation white girls put on
Why don't you move to the Delta?"
"When You're Smiling and Astride Me" es otra balada lenta, con unos coros souleros y un poco de aire místico. "Nothing Good Ever Happens at the Thirsty Cow" es mi pista preferida del disco; arranca en plan country con la guitarra slide,  y luego agrega cuotas de blues y jazz de Nueva Orleans; la letra en la segunda parte hace referencia a alguien que intenta levantarse a su mujer en un bar, veamos como lo describe:
"And now my genius can't drink in silence
She's got to listen to your tired-ass lies
I know its hard to believe a good-hearted woman
To have a body that make your daddy cry
Why the long face jerk off your chance has been taken
Good one
You may think like an animal
You try that cat and mouse shit you'll get bitten
Keep moving"
"Strange Encounter" también viene con influencia soul, quizás el otro punto más flojo del album. "The Ideal Husband" es la canción más rockerita del disco, con FJM contando todos sus pecados con un sentido de urgencia. "Bored in the USA" arranca con un piano melanco y FJM cantando unos versos nihilistas:
"How many people rise and say
My brain's so awfully glad to be here
For yet another mindless day"?
Y luego la cosa se pone peor
"Now I've got a lifetime to consider all the ways
I've grown more disappointing to you
As my beauty warps and fades"
¿Deprimente no? Por suerte la música es sombría pero delicada, y en algún momento sobre las confesiones de FJM planean unas risas que le dan un aire Senfield al tema.
Levantamos el espíritu con una balada guitarrera (con intermedio de cuerdas estilo "A Day in a Life") bonitamente titulada "Holy Shit" (parece que la escribió el día que se casaron), donde al final FJM hace en dos versos un pequeño ensayo sobre el amor.
"Maybe love is just an economy based on resource scarcity
But what I fail to see is what that's gotta do with you and me"
El disco cierra con un tranquilo acústico con fondo de cuerdas, "I Went to the Store One Day", con FJM contando como se conocieron con Emma y haciendo algunos planes a futuro, con un cierre tremendo:
Don't let me die in a hospital,I'll save the big one for the last time we make love
Insert here a sentiment re: our golden years
All cause I went to the store one day
"Seen you around, what's your name?"

En suma, un disco muy inspirado (¿el amor estimula la creatividad?), con arreglos y armonías vocales impecables,  variedad de timbres, ritmos, climas e instrumentaciones, pero conformando un todo que suena completamente coherente desde el punto de vista estilístico (y por supuesto temático). Y quienes compren el CD (rara avis, pero aún los hay) se encontrarán con un muy bonito objeto, tanto por la caja de cartón con un desplegable naif como por el sobre interior lleno de fotos de la mujer de Tillman. Así que 9/10 mínimo para este disco, golazo de media cancha que no te vas a cansar de escuchar y que tiene destino de clásico. Juntate con tu honeybear y mientras toman algo rico y miran el cielo nocturno se encuentran con las confesiones brutales de FJM y sus excelentes canciones.

En You Tube lo encuentran acá (y abajo va el link para descargar)

https://www.youtube.com/playlist?list=PLcJ6bNhD7FNB-yI-7XHeXv0kE9sE1ZeZi

Father John Misty, "I Love You, Honeybear"

1. I Love You, Honeybear
2. Chateau Lobby #4 (in C for Two Virgins)
3. True Affection
4. The Night Josh Tillman Came To Our Apt.
5. When You’re Smiling and Astride Me
6. Nothing Good Ever Happens At the Goddamn Thirsty Crow
7. Strange Encounter
8. The Ideal Husband
9. Bored In The USA
10. Holy Shit
11. I Went To The Store One Day