domingo, 24 de abril de 2011

Destruyendo las paredes del templo

Estamos en época de Pesaj así que es momento propicio para postear algo de música vinculada a las tradiciones judías. Y justo resulta que esta semana estuve escuchando adictivamente un disco de una formación llamada "Electric Masada", capitaneada por el iconoclasta y prolífico compositor y saxofonista ¿de jazz? John Zorn (dentro de un rato vuelvo al disco, pero les advierto desde ahora que si lo bajan les va a volar la cabeza, literalmente, como en la peli "Scanners" del genial David Cronenberg, es de lo mejor que se ha grabado en lo que va del siglo, y si te enganchas es un viaje de ida, no lo vas a poder sacar de tu equipo, Ipod, auto o lo que sea con que escuches música).
El nombre del grupo nos remonta a un hecho muy importante en la historia judía, ya que Masada era una fortaleza en donde un grupo de rebeldes judíos (de los llamados zelotes) resistió un largo asedio de las tropas del Imperio Romano para finalmente decidir un suicidio colectivo cuando vieron que iban a ser derrotados (la historia tradicional dice que la caída se produjo justamente durante Pesaj). Muy apropiadamente, el disco que les posteo se llama "At the Mountain of Madness" (aunque también hay un libro de H. P. Lovecraft con el mismo nombre, he visto por ahí que Zorn habría tomado el nombre de ese libro, pero la verdad que no estoy seguro). Y si no locos, al menos los músicos parecen poseídos, por la furia y la creatividad.
Para quienes no lo conocen, les cuento que John Zorn es una bestia incansable, que debe vivir días más largos que el común de los mortales ya que de otro modo no podría tener tiempo para hacer todo lo que hace. Según informa Wikipedia, ha aparecido en más de 400 discos como compositor o ejecutante. Y tiene 57 años nomás! Además ha editado varios libros sobre música contemporánea, y ha estado detrás de una serie de movidas culturales diversas principalmente en Nueva York, además de tener su propio sello discográfico. En el plano estrictamente musical, su gama de intereses es enorme. Si bien como dije antes su base principal es el jazz, en sus numerosos discos y proyectos ha abordado cosas tan diversas como la música culta contemporánea y el hardcore rock, pasando por los temas de Ennio Morricone y de Carl Stalling (el compositor de la música que aparecía en los dibujitos de la Warner, un capo). Y por cierto ha encabezado el surgimiento de la llamada "música radical judía". Lo cual se vincula estrechamente con su proyecto del "Masada Songbook", que finalmente llegaron a ser más de 200 canciones escritas por Zorn mezclando la tradición judía, el jazz y la música avant garde. El grupo Masada original era un cuarteto (con Dave Douglas, Joey Baron y Greg Cohen), pero luego atravesó diversas encarnaciones, de las cuáles justamente "Electric Masada" fue una de las últimas. Los que tocan son el propio Zorn (saxo alto), junto con el gran guitarrista Marc Ribot, dos bateristas (sí dos!) -Joey Baron y Kenny Wollesen-, un percusionista (Cyro Baptista), un tecladista (Jamie Saft), un bajista (Trevor Dunn) e Ikue Mori en "electronics" (y todos parecen estar en llamas la mayor parte del tiempo, además de notarse un ambiente de alegría y complicidad que se hace evidente por las exclamaciones de los músicos durante y entre los temas).
El disco que les posteo fue grabado en vivo en 2004 en Ljublana, y tiene siete canciones (seis de las cuales son del Masada Songbook) -en realidad At the Mountain of Madness es un doble, el otro disco es un concierto ofrecido durante el mismo año en Moscu, con casi los mismos temas que éste-. Lo que suena es un cruce entre el jazz, el klezmer, la música culta, el rock pesado, la electrónica y el punk, coctel que en manos de estos muchachos se hace explosivo.
Entrando en los temas, "Hath-Arob" está inspirada clarísimamente por la música de Carl Stalling, con su lógica de arranques bruscos y milones de notas tocadas a toda velocidad, lo cual requiere una coordinación grupal notable y sin embargo sabemos que acá los muchachos están improvisando casi todo el tiempo. Es el tema más demandante del disco en cuanto a su escucha. Luego hay dos temas basados en el lema "no paramos hasta que tiremos el teatro abajo" ("Metal Tov" e "Idalah-Abal"), en donde el grupo desata una furia que hace que bandas como Iron Maiden parezcan hacedores de villancicos navideños. Escuchen como grita Zorn con su saxo en "Idalah-Abal" (mientras en el fondo suena una melodía inconfundiblemente judía). "Metal-Tov" es simplemente un mísil que te agujerea el cerebro, acá Zorn aulla pero el fondo es una pared rockera. Luego hay dos largos temas ("Tekufah" y "Kedem") en donde Zorn, Ribot y Saft se mandan extendidos solos sobre la base de un groove permanente marcado por los atrapantes patrones de bajo de Dunn (es gracioso imaginar al tipo inmutable como si fuera un metrónomo mientras alrededor los demás descontrolan) y los palazos de los dos bateristas. Zorn es proclive al desborde y usa a gusto las llamadas "técnicas extendidas" (que son formas no convencionales, e incluso a veces hasta "inapropiadas" técnicamente de tocar instrumentos o de cantar), a veces sus aullidos meten miedo. Los solos de Ribot tienen una intensidad cercana al rock a veces (y también tienen toques latinos), mientras que Saft es el más funky con su piano eléctrico. Estos temas remiten inconfundiblemente al Miles Davis de la época de Bitches Brew, pero en un estilo más accesible al oyente (y con más potencia). "Abidan" y "Karain" son las piezas más tranquilas y en las que más se nota la influencia melódica de la música judía. "Abidan" es intrigante y se luce especialmente Ribot en su solo. "Karaim" en cambio es más sensual, para imaginar bailarinas con poca ropa danzando alrededor, acá Saft descontrola con su solo de piano antes del final y luego en un segundo vuelve la calma, la capacidad para cambiar de clima de esta banda es asombrosa.
Tal vez si ustedes oyeron hablar de Zorn, o leen de él en algún lado, van a encontrar palabras que a algunos los van a atraer y a otros atemorizar: avant garde, free jazz ... Pero no escuchen este material con esos pre-conceptos en mente. Es música que entra por el cuerpo antes que por la cabeza. Cierro con algo que encontré en un comentario sobre este disco que posteó alguien en Amazon y que me parece muy gracioso: "I only wish they'd been around about a century ago when I had my Bar Mitzvah; if these guys had played during the reception, I might not have abandoned religion altogether!". Bajen el disco y conviertánse a la religión de Electric Masada!

At the Mountain of Madness (Electric Masada)

1. Tekufah
2. Hath-Arob
3. Abidan
4. Metal Tov
5. Karaim
6. Idalah-Abal
7. Kedem

http://www.mediafire.com/?ib8vup2mrguq1ea

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