sábado, 13 de junio de 2015

Jazz a las trompadas

De las series de dibujos animados que vi de grande, con mis hijos, la que más me gustó, por lejos, fue "Pinky y Cerebro". Para los que no la conocen, se trataba de dos ratones genéticamente modificados, uno de los cuáles es un genio (arrogante y frustrado) -Cerebro- y otro un tonto (simpático y de buen corazón) -Pinky-. Al final de cada episodio, Pinky invariablemente preguntaba lo mismo: "Cerebro, qué vamos a hacer esta noche?" Y Cerebro contestaba: "Lo mismo que hacemos todas las noches Pinky: tratar de conquistar el mundo!". Por cierto, ellos nunca lo lograron, pero los dos protagonistas de este vinilo sí.
Uno de ellos es Miles Davis, un genio arrogante como Cerebro, pero para nada frustrado. Y es fácil imaginar que si alguno de los tremendos músicos con los que tocó (no elegía a Pinkys como compañeros) le hubiera preguntado: "Miles, qué vamos a hacer esta noche?", él hubiera contestado: "Lo mismo que hacemos todas las noches: tratar de revolucionar el jazz".
Porque señores, Miles Davis revolucionó el jazz (y la música popular) no una, sino varias veces. A fines de los '40 lideró el proyecto que daría origen a "Birth of the Cool", disco seminal del llamado cool-jazz. Luego fue uno de los que músicos que promovió el surgimiento del llamado hard-bop a comienzos de los '50. A fines de esa década grabó el que muchos consideran (me incluyo) el disco más importante de la historia del jazz, "Kind of Blue", dando nacimiento al jazz modal. Y a fines de los '60 trajo la electrónica al jazz, y la mezcló con psicodelia, funk y rock, abriendo la cancha para la fusión y los demás movimientos que vendrían de ahí en adelante. Esto además de los dos tremendos quintetos que formó en los '50 y '60, y de sus excepcionales trabajos con la orquesta de Gil Evans.
Si hiciéramos una lista de los mejores músicos de jazz entre los '40 y los '80, sería mucho más fácil nombrar a la gente con la que no tocó, que aquella con la cual sí tocó. Y con todo esto, todavía no hay un post de Miles Davis en este blog ...
Ahora voy a reparar esta omisión penosa. El vinilo que les propongo tiene apenas dos temas, su título es "A Tribute to Jack Johnson", y sin dudas su tapa es más famosa que la música que contiene (es una de las fotos más icónicas de Miles). Pero la música que contiene es un hito en la evolución del jazz y de la música popular del siglo XX en general y ustedes, amigos, no pueden dejar de escucharla.
Quien fue Jack Johnson? Un boxeador de comienzos de siglo XX que fue el primer campeón  mundial negro de peso pesado de la historia (entre 1908 y 1915). También, aparentemente, un bon vivant que disfrutaba de las mujeres (blancas preferentemente), las bebidas caras y los autos rápidos. Todo esto lo cuenta el propio Miles Davis en las líneas que acompañan al disco. Y claro, se podrán imaginar que este despliegue estuvo lejos de ser bien visto por la sociedad de la época; hubo una campaña para incitar a que un boxeador blanco le ganara, cosa que nadie pudo hacer pese a varios intentos, hasta que al final le inventaron un delito (cruzar de un Estado a otro con una mujer en su auto con "propósitos inmorales") y lo condenaron a prisión; para escapar a la cárcel se fugó a Europa, pero luego volvió y se entregó. Pasó un año encerrado, y se las arregló para inventar tres herramientas (incluso patentó una de ellas). Luego de salir peleó, ya con menor fortuna, hasta los 60 años (en los últimos tiempos obviamente eran más representaciones para ganarse la vida que deporte). Murió a los 68 en un accidente de auto, tras salir enojado de un restaurante donde se habían negado a servirle (el racismo lo persiguió hasta el final ...). Ha habido varias campañas para que Johnson obtenga un perdón póstumo por el falso delito que le colgaron, lideradas tanto por políticos (como John Mc Cain), como por deportistas (como Mike Tyson), pero por ahora no le ha sido concedido.
En suma, Johnson, otro genio arrogante, fue una de las primeras celebridades del deporte, con la particular condición de llevar una vida escandalosa y desafiante, que enojaba tanto a los blancos como a muchos negros. No es extraño que esta vida rebelde y transgresora llamara la atención de Davis (que fue boxeador amateur y fanático de ese deporte), quien aceptó la propuesta que le hizo Bill Cayton para que se encargara de la música de un documental sobre la vida de Johnson.
El personal del disco, que fue grabado en 1970, incluye a John McLaughlin en la viola, Billy Cobham en batería, Herbie Hancock en piano, Steve Grossman en saxo soprano y Michael Henderson en bajo. Pero como verán abajo, también hay otra gente involucrada, porque este es un disco de laboratorio, ya que es resultado de una mezcla de ediciones que hizo Teo Macero (el productor) a partir de distintas tomas. De hecho, parece que en los primeros meses de 1970 Miles tuvo a varios músicos yendo y viniendo en el estudio y grabando distintos temas -o improvisando-, y luego esas secciones formaron parte de éste y otros discos.  O sea que "A Tribute to Jack Johnson" es, podríamos decir, un mix entre la espontaneidad y el caos creativo de las grabaciones (y si siguen leyendo verán que esa espontaneidad incluye cuotas de azar) y el trabajo de edición y "collage" que hizo Macero en el estudio; un innegable producto de la modernidad, un montaje musical.
El primer tema del disco se llama "Right Off"y comienza con una jam que es una verdadera aplanadora sónica liderada por McLaughlin (parece que Miles le dijo, "tocá la guitarra como si no supieras tocar la guitarra"; y de verdad que John le hizo caso, porque el sonido que saca es totalmente innovador) acompañado de Cobham y Henderson, quienes tocan por más de dos minutos hasta que entra Miles con el sonido inconfundible de su trompeta (parece que de hecho los tres estaban zapando y Miles entró al estudio y en lugar de interrumpirlos se sumó a la zapada). Si algo puede llamarse "jazz-rock" es lo que sigue, porque la base rítmica es claramente rockera y hasta "sucia", pero arriba de esa ebullición planean las improvisaciones de Miles con un aire claramente fundado en el jazz y el blues. A los 10 minutos más o menos Teo Macero mete un interludio de relax con la trompeta de Miles sonando arriba de un loop electrónico, y el tema retoma con un solo de Grossman, primero contra la base frenética del trío guitarra-bajo-batería y luego apenas sobre el bajo de Henderson. Y de repente entra Hancock con la mano pesada en un órgano Farfisa; lo gracioso es que Herbie pasaba por ahí a dejarle un disco a Miles y este le dijo, "entrá y tocá". Y lo escuchamos al pobre tratando de ver qué le salía, porque venía de hacer las compras .... Luego vuelve el trío guitarra-bajo-batería con un riff funk-rockero que ha sido  afanado por un montón de gente y al final retoma el groove original. Lo que sigue hasta el cierre del tema es el resultado de la interacción de seis músicos en combustión espontánea. Son 25 minutos que deben estar entre lo mejor que ha producido la música del siglo pasado.
El lado B es "Yesternow", un tema más tranquilo y etéreo (un tema con mucho "espacio" entre los sonidos) cuya primera parte comienza con la guitarra y el órgano tocando suave sobre una línea de ostinato del bajo (que está tomada de un tema de James Brown, "Say it Loud. I'm Black and I'm Proud"), y arriba Miles planeando con delicadas notas de su trompeta. Seguramente sus efectos mejoran bajo el efecto de alguna sustancia ligeramente alucinógena. En el medio del tema hay, al igual que en "Right Off", un interludio, en donde Macero usa como puente un solo de Miles grabado originalmente para otro disco genial, "In a Silent Way", y luego viene una segunda parte (titulada "Willie Nelson", aunque este nombre no aparece en la edición original) grabada con otra formación (no acreditada en el disco original!), con dos guitarristas, McLaughlin y Sonny Sharrock, Chick Corea en piano eléctrico, Dave Holland en bajo, Jack DeJohnette en batería, y Bernie Maupin en clarinete. Esta segunda sección es más funky que la primera, y de hecho va ganando en intensidad y también en su carácter experimental, especialmente gracias a los sonidos esotéricos que mete Sharrock gracias al uso del Echoplex.
El disco cierra con unas palabras que dice  un actor en la piel de Jack Johnson; "I'm black. They never let me forget it. I'm black alright. I'll neve let them forget it." Como ven, este vinilo es un manifiesto musical y también político.
A los puristas del jazz que no aguantan al Miles eléctrico les digo, no jodan  y déjense llevar por las olas de este disco, sumérjanse en las mareas de música que proponen Miles y sus socios, olvídense de las estructuras y métanse en este caos de brutal creatividad. Y a los que no les gusta el jazz y prefieren el rock, les digo, entren y prueben, ustedes buscan energía? Acá la van a encontrar .... y en dosis letales. Amigos, esto en verdad no es ni rock ni jazz, es música, extraordinaria, y lo único que tienen que hacer es dejar los prejuicios atrás y, eso sí, escucharla BIEN FUERTE!


Miles Davis, "A Tribute to Jack Johnson"

1. "Right Off"
2. "Yesternow"

http://www.mediafire.com/download/91o5cyd7ty253et/A+Tribute+To+Jack+Johnson.rar

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